Párate en una habitación llena de gente. ¿Puedes identificar quién se ha sometido a una cirugía plástica? Con los avances en los tratamientos cosméticos, es casi imposible saberlo, especialmente cuando pasar por el quirófano se está convirtiendo en una forma anticuada de combatir el envejecimiento. La Asociación Británica de Cirujanos Plásticos Estéticos informó una disminución del 44% en los rejuvenecimientos faciales quirúrgicos femeninos en 2017, mientras que los procedimientos no invasivos y no quirúrgicos, como los hilos tensores en la cara, están en aumento.
Los tratamientos de estiramiento con hilos, que en el pasado implicaban insertar una sutura quirúrgica debajo de la piel a través de una incisión, fueron cuestionables en sus inicios. Popularizados por primera vez a principios de la década de 2000, cuando Gwyneth Paltrow detalló el proceso en su sitio web de estilo de vida, los hilos de esa época eran susceptibles de romperse, difíciles de retirar, y podían provocar efectos secundarios como infecciones, roturas o incluso dejar un hilo azul visible en pacientes con piel muy clara.
Con el tiempo, las técnicas mejoraron. En nuestra clínica Monreal Aesthetics en Bogotá, utilizamos hilos tensores en la cara de PDO (polidioxanona) marca Mint, unas hebras finas que se introducen bajo la piel para mejorar la flacidez de los tejidos y estimular la producción de colágeno, lo que redensifica la piel. Usamos estos hilos para reposicionar y añadir volumen, permitiendo a los pacientes un aspecto rejuvenecido. Los hilos tensores en la cara son una excelente opción para quienes desean resultados visibles sin someterse a cirugía, y se han convertido en una tendencia creciente entre quienes buscan un rejuvenecimiento natural y sin complicaciones.
A diferencia de los antiguos liftings con hilos, los hilos tensores en la cara actuales son reabsorbibles, biocompatibles y biodegradables. Funcionan anclando la piel mediante diferentes tecnologías, como conos o suturas espiculadas, que se enganchan a la dermis y provocan un efecto de elevación. Después de mantener la piel en su lugar el tiempo suficiente para que el tejido cicatricial proporcione soporte, el hilo se disuelve, logrando un doble efecto: reafirmante y regenerador de colágeno. Esto reposiciona los tejidos y estimula las fibras de colágeno tipo 1, que son flexibles y maleables, proporcionando un resultado natural y una silueta más ajustada y levantada, eliminando la papada caída y revitalizando la apariencia del paciente.
Existen diferentes tipos de lifting con hilos tensores, no solo para el rostro, sino también para otras zonas del cuerpo, incluidos el busto y los glúteos. En cuanto a la experiencia del procedimiento, las molestias son mínimas, y aunque puede haber algunos hematomas, no deja cicatrices visibles después del tratamiento.
Como ocurre con cualquier tratamiento estético, los resultados pueden variar según el grosor de la piel, por lo que siempre recomendamos una consulta previa para asegurarnos de que la persona sea una candidata apta para los hilos tensores en la cara. Este procedimiento es ideal para pacientes de entre 30 y 60 años que presentan leve flacidez, papada y pérdida de contorno y definición. Los hilos tensores en la cara ofrecen una alternativa moderna y efectiva para quienes buscan renovar su apariencia sin pasar por el quirófano.
NOTA: Esto no es un consejo médico, es un artículo con fines informativos. Por favor, consulte a su médico antes de tomar cualquier decisión.